Técnicas de archivo, paleopatológicas y basadas en ADN en la investigación de la lepra y el caso del padre Petrus Donders en el Leprosarium ‘Batavia’, Surinam

03.03.2020

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La lepra, también llamado enfermedad de Hansen, es una infección por Mycrobacterium leprae que puede afectar a la piel, a los nervios periféricos, a los ojos y a la mucosa nasal, pudiendo provocar daños neurológicos, malformaciones en las extremidades y la cara, alteraciones en el tejido óseo y ceguera.

Desde la Edad Media las personas afectadas por M. leprae eran aislados en "leprosarios", como medida preventiva y de contención, y cuidados en los países occidentales por la Iglesia Cristiana.

En este artículo se presenta el caso de Petrus Donders, sacerdote de Batavia, quién trabajó durante 27 años en el leprosarium de Surinam, y el caso de dos individuos anómimos (SK1 y SK2), enterrados en el leprosarium.

Petrus Donders en el leprosarium
Petrus Donders en el leprosarium

En el examen paleopatológico de restos óseos afectados para M. leprae es frecuente la presencia del llamado síndrome rinomaxilar (reabsorción simétrica bilateral del proceso alveolar maxilar y pérdida de los dientes frontales y amplia apertura nasal), disposición subperióstica de hueso nuevo en los huesos largos y falanges proximales y metacarpos y metatarsos en forma cónica.

Para las técnicas basadas en ADN en la investigación de la lepra se obtienen muestras preferentemente de los dientes y del hueso petroso, pero debido a la pérdida antemortem de las piezas dentales de Petrus y el más estado de conservación de los tres individuos investigados, se obtuvieron muestras de ADN, para los tres individuos, en una falange proximal de la mano y en metcarpos, y para SK2 en un fragmento craneo-facial y en una parte de la tibia donde se presentaban lesiones compatibles con la lepra.

En cuanto a los resultados, los autores han inferido tres tipos de resultados de la investigación: resultados de las investigaciones de archivos, resultados del estudio paleopatológico, y, resultados del análisis de ADN.

Para los resultados de archivos, los autores se documentaron sobre Petrus Donders, recopilando para ellos aquellos documentos primarios su vida y trabajo y cartas personales, donde no encontraron ninguna referencia acerca afección leprosa o de posibles manifestaciones características de M. leprae.

Del estudio paleopatológico de Petrus Donders, con el esqueleto casi completo, se infirió un sexo incierto, una edad moderada-avanzada, en base a las suturas ectocraneales, y la ausencia de manifestaciones características de lepra. Del estudio de SK1 se infirió una edad de 4 ± 1 años y la ausencia de manifestaciones características de lepra; y, del estudio de SK2 se infirió una edad comprendida entre los 15 y los 18 años y la presencia de manifestaciones características de lepra.

Restos Óseos de Petrus Donders
Restos Óseos de Petrus Donders
Excavación de los Individuos SK1 y SK2
Excavación de los Individuos SK1 y SK2

Del análisis genético de Petrus Donders no se pudo inferir nada, debido al mal estado de conservación de ADN. Del análisis genético de SK1 y SK2 se infirió que ambos eran atribuibles a sexo femenino, y, tan solo las muestras tomadas para evaluar M. leprae son positivas en SK2.

Que de las investigaciones de archivos, estudio paleopatológico y análisis de ADN se infiera que Petrus Donders no se vio afectado por M. leprae no constituye una prueba definitiva, pues se podría tratar de un falso negativo a causa de la mala conservación del ADN, que imposibilita el conocer si Petrus respondrió a la cepa y se recuperó.

Se pudo conocer que la cepa de M. leprae que infectaba a SK2 evolucionó en África, lo que coincide con su ascendencia (África Oriental - Medio Oriente) y respalda una de las hipótesis sobre la llegada de la lepra a América del Sur: el tráfico de esclavos.

De todo ello se pueden inferir las siguientes conclusiones:

  1. Bajo riesgo de contagio ante exposiciones cortas (1,3 %): Petrus Donder estuvo 27 años expuesto a M. leprae y no la contrajo (si aceptamos el análisis de ADN como prueba, aunque esta no sea definitiva).
  2. Riesgo variable entre un 2,5 % y 46 % ante exposiciones prolongadas (cónyuges y descendencia).
  3. La posibilidad de reconstruir la evolución y ruta de expansión de la lepra a partir de los análisis genéticos de individuos afectados.