Saqqara: el negocio de la muerte y últimos hallazgos (Parte 3)

18.03.2021

Durante las excavaciones de 2018, se descubrió en la propia necrópolis de Saqqara lo que los arqueólogos interpretaron como un taller de embalsamadores, donde realizar las momificaciones de los difuntos para su posterior enterramiento, es decir, una especie de "funeraria". Este hallazgo parece indicar que este tipo de talleres serían habituales en las necrópolis de Egipto, pero se habrían pasado por alto hasta el momento de este descubrimiento.

El descubrimiento fue fortuito, ya que los arqueólogos se centraban en recuperar tumbas a gran profundidad del 600 a.C., dejando a un lado los profundos pozos que se iban encontrando. En uno de estos pozos, los arqueólogos descubrieron un pozo lleno de más de 42 toneladas de arena y escombros excavado en la roca. Tras retirar todo este material, descubrieron que dentro del pozo de 12 metros, se encontraba una cámara rectangular con techos altos llena de más escombros mezclados con cerámica. Tras lograr documentar todos los fragmentos de cerámica y retirar los escombros, descubrieron una sala con diferentes zonas en las que se llevaban a cabo las diferentes tareas que requería el proceso de momificación. Tenía una zona elevada con una mesa y canales tallados en la roca a lo largo de la base de una pared. En una esquina de la sala se encontró un recipiente del tamaño de un barril con carbón vegetal, ceniza y arena oscura.

Los arqueólogos lo interpretan como un taller de momificación con un quemador de incienso de potencia industrial, canales de drenaje para la sangre y un sistema de ventilación natural mediante un túnel que formaba parte de un laberinto de pasadizos tallados en la roca bajo la necrópolis. Mediante la reconstrucción de los fragmentos de cerámica, se han descubierto una serie de recipientes pequeños, cada uno de ellos con una etiqueta inscrita, que refleja el nombre de la sustancia que contenía y los días en que habían sido usados, con una serie de instrucciones inscritas en los objetos. Gracias a estos, se ha logrado conocer mejor las sustancias que se usaban y descifrar sus componentes y su uso. El taller estaba en conexión con otro pozo de unos 30m que se cree podría haber sido usado como enterramiento comunal.  

Modelo 3D del complejo de taller y tumbas de Saqqara. Fuente: National Geographic.
Modelo 3D del complejo de taller y tumbas de Saqqara. Fuente: National Geographic.

A pesar de que ya se conocía el proceso de embalsamamiento y la importancia que tenía para los antiguos egipcios, este descubrimiento permite investigar quién llevaba a cabo este proceso, cómo, dónde y el negocio que suponía. Para los antiguos egipcios, el cuerpo debía permanecer como en vida para poder albergar el alma en la vida eterna. Por tanto, el objetivo de la momificación era conservar el cuerpo con la imagen del difunto en vida. Se realizaba mediante la introducción de un utensilio por la nariz, que sería para romper y atravesar los huesos para acceder al cerebro, que era extraído por la propia nariz. Después, se procedía a extraer los órganos mediante un corte en el costado izquierdo y los introducían en recipientes llamados canopes. Por último, se secaba el cuerpo usando natrón, una mezcla de bicarbonato con sal y se envolvía el cuerpo en vendas de lino y lo ungían con aceites aromáticos. Durante el proceso se recitaban hechizos e introducían amuletos entre los pliegues de las vendas, se oraba y se quemaba incienso, lo que convertía al difunto en un ser sagrado, como principio de la vida en el otro mundo. Finalmente, se sepultaba a la momia en una tumba llena de provisiones todo lo lujosas que se pudiese permitir el difunto para su vida en el más allá. Este proceso era una mezcla entre ritual y proceso médico, que tenía que ser llevado a cabo con gran minuciosidad y duraba 70 días. 

La idea de momificar el cuerpo se cree que estaba influenciada por la historia de Osiris e Isis. Isis y Osiris eran hermanos, Osiris reinaba sobre el mundo hasta que su hermano Seth lo asesino y cortó en pedazos que fueron esparcidos por todo Egipto. Isis era maga y recorrió todo Egipto cogiendo los trozos de su hermano y uniéndolos con lino en el primer acto de momificación. Al hacerlo le devolvió a la vida y tuvo el hijo de ambos, Horus. Horus creció, vengó la muerte de su padre, y reinó sobre Egipto como rey de la vida terrenal. Osiris se convirtió en rey del inframundo y dios de la muerte y resurrección.  

De este proceso se encargarían los sacerdotes, que ofrecerían diferentes paquetes de embalsamamiento dependiendo del poder adquisitivo de cada difunto, que podían incluir, no solo la propia momificación, sino el entierro y el mantenimiento de las almas de los difuntos. Al parecer, las tumbas que más al fondo se encontraban eran las más caras por su proximidad al inframundo, por lo que eran las más elaboradas y caras. Los sacerdotes tenían tumbas con cientos de momias, que se encargaban de mantener y rezar por ellas, mientras la gente llevaba ofrendas semanales para mantener el alma de los difuntos. Para todo esto, los sacerdotes firmaban contratos con las familias de los fallecidos, que se han encontrado e interpretado desde hace mucho tiempo. Por tanto, los sacerdotes eran hombres de negocios que se encargaban de mantener viva el alma del difunto para que pudiese llegar al más allá, todo por un precio ajustado al bolsillo de la familia, ofreciendo alternativas para que contase con todo tipo de ornamentos, así como diferentes maneras de momificación según presupuesto. Asimismo, habría una serie de trabajadores manuales que trabajarían en el proceso de momificación. 


Últimos descubrimientos

A principios de este año 2021 se anunciaron los últimos descubrimientos que se han realizado en la necrópolis, que se suman al incesante ritmo de descubrimientos de sarcófagos durante todo el 2020. Entre los últimos descubrimientos se encuentra un templo funerario de una reina y numerosos sarcófagos del Reino Nuevo, junto a objetos como juguetes, papiros o máscaras.

Los hallazgos tuvieron lugar cerca de la pirámide del rey Teti, primer faraón de la dinastía VI del Imperio Antiguo. Los sarcófagos encontrados son de madera, datan de los siglos XVI-XI a.C. y se encontraron en pozos funerarios. En ellos también se encontraron diversos objetos, como un hacha de guerra que acompañaba a un difunto soldado. Asimismo, se encontró un papiro de unos 4 metros de largo con el capítulo 17 del Libro de los muertos, junto a objetos como máscaras, embarcaciones de madera, juegos a los que se jugaba en la época, estatuas de piedra y madera y estelas. Todos estos hallazgos se dataron en el Reino Nuevo (1539-1292 a.C.) y se encontraban en el propio templo funerario de la reina Nearit.

Se descubrió el templo funerario de la reina Nearit, esposa del faraón Teti (2305-2279 a.C), donde también se han descubierto almacenes de adobe para guardar provisiones del santuario, ofrendas e instrumentos empleados en la construcción de la tumba. Se han localizado 52 pozos funerarios de hasta 12 metros de profundad con cientos de sarcófagos antropomorfos de madera y decorados. Bajo el nivel del suelo se encontró una capilla funeraria, a unos 24 metros de profundidad. En el papiro encontrado se puede ver el nombre del propietario Pw-kha-ef, nombre que también se encuentra en cuatro estatuillas funerarias y un ataúd de madera. Por último, destaca el hallazgo de una capilla dedicada a Anubis, tableros del juego llamado senet (juego de mesa), una estela de difunto de Kha-Ptah y su esposa Mwt-em-wia, en la que aparecen con sus seis hijos e hijas. 

El Senet era un juego de mesa muy popular en Antiguo Egipto. El objetivo del juego era conseguir sacar todas las piezas del tablero antes de que el adversario lo hiciera, avanzando con las fichas, capturando y bloqueando las piezas del contrincante. 

Ejemplo de juego de Senet. Senet de Amenhotep III. Fuente: Wikipedia
Ejemplo de juego de Senet. Senet de Amenhotep III. Fuente: Wikipedia

Todos estos descubrimientos son recientes por lo que aún están por analizar en su mayoría y traerán mucha más información sobre diversos aspectos de la vida en el Antiguo Egipto. Sin duda, la necrópolis de Saqqara contiene aún mucho por descubrir y ayudará a destapar muchas incógnitas sobre el Antiguo Egipto.

TESTIMONIOS

Escrito por: Aurora Asín