Reconstrucción de la decapitación de un guerrero chino de la Edad del Bronce
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La decapitación es una práctica usada a nivel mundial y, por tanto, en diferentes contextos culturales. Es una práctica que siempre ha levantado mucho interés, quizás por lo morboso de la misma. Los estudios sobre la misma han dado lugar a diferentes explicaciones dependiendo de las circunstancias individuales y de los contextos culturales. Desde explicaciones que tienen que ver con la pérdida del alma al perder la cabeza, con una connotación de deshonor o trofeo para el ganador, hasta una simple consecuencia del cuerpo a cuerpo en la batalla.
Durante el Neolítico existen diversos registros sobre esta práctica en diferentes lugares del mundo. En China se han encontrado evidencias de muchos tipos de decapitación. Durante el Neolítico se encontraban cráneos rituales enterrados bajo las casas o las murallas o en hoyos rituales. Asimismo, se encuentran cuerpos sin cabeza en diferentes lugares que pueden responder a sacrificios, rituales o batallas. Ya en la Edad de Bronce durante la dinastía Shang, se encuentran miles de cabezas de hombres jóvenes en enterramientos rituales cerca de las tumbas de los reyes.
En este estudio se analiza la tumba M585 en la región de Bailuzhou en la ciudad de Lu'an en la provincia de Anhui. Pertenece a un individuo adulto masculino de entre 35 y 39 años con claros signos de haber sido decapitado. Cuenta con 5 marcas de corte en las vértebras cervicales y otra en la parte superior del segundo metacarpo de la mano derecha, que coincidiría con un signo de defensa. Las marcas en las vértebras se encuentran en la parte posterior del axis, atlas y la tercera vértebra cervical; tres de ellas eran superficiales en posición horizontal y las otras dos, más profundas y de derecha a izquierda. Todas ellas sin reacción perióstica ni signos de sanación, por tanto, se deduce que fueron lesiones perimortem. Lo que indicaría que el individuo fue decapitado poco después de ser herido durante la batalla. Y por la morfología de las marcas sugieren que la decapitación se pudo llevar a cabo con una tomahawk (hacha de guerra). Los investigadores también sugieren que el individuo era un guerrero de alto rango del estado Chu, como sugerirían el ataúd de tres capas con cuatro Dings (vasos o calderas trípodes), así como diversas armas, espadas de cobre o dagas de bronce.

En cuanto al proceso de decapitación, parece que el individuo murió con los tres primeros cortes, realizados desde la parte posterior de la cabeza, que provocaron la separación de los músculos, ligamentos y vasos sanguíneos del cuello. Mientras que los dos últimos cortes, sirvieron para separar por completo la cabeza del cuerpo del individuo, con la cabeza ya girada hacia la izquierda. Por tanto, los investigadores concluyen que el ejecutor estaría a la izquierda de su víctima, mientras este se encontraba de rodillas, dejando caer su cabeza hacia delante cuando se realizaron los tres primeros cortes. Mientras que para el cuarto y quinto corte, entraría en juego un tercer individuo que habría sujetado la cabeza del individuo, ya sin vida, mirando hacia la izquierda, mientras el ejecutor habría propagado dos golpes fuertes para separar la cabeza del cuerpo.

Este estudio ha permitido a los investigadores conocer no solo el caso concreto de este individuo, sino tener una visión general de cómo se realizaban las decapitaciones en esta época y durante esta dinastía china. Asimismo, les ha permitido sacar conclusiones generales sobre las prácticas de guerra de esta dinastía y sobre la historia general de China.