Putrefacción cadavérica
Los
restos óseos recuperados de yacimientos arqueológicos están
totalmente esqueletizados, pero todo los restos óseos pasan por una
serie de fases hasta llegar a la esqueletización.
Las fases de putrefacción del cadáver son las siguientes:
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Autolisis: Es la disolución de los tejidos por enzimas de las propias células.
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Putrefacción: descomposición de la materia orgánica por la acción bacteriana. Comienza gracias a las bacterias que provienen de los intestinos y que después se propagarán por todo el cuerpo.
- Fase cromática (de 1 a varios días): la primera manifestación es la aparición de la mancha verde abdominal o esternal y aparece a las 24 horas de la muerte en la fosa ilíaca derecha o en ambas fosas. En torno a las 48 horas aparece el veteado venosos por el que se visualiza la red venosa de la piel por la transformación de la hemoglobina en compuestos azufrados. Y, por último aparecen las "petequias".
- Fase enfisematosa (de varios días a dos semanas): el cuerpo se libera de los gases y como consecuencia se hincha, formándose ampollas en la piel que provoca el desprendimiento de la epidermis que caerá en forma de colgajos.
- Fase colicuativa (de 8 a 10 semanas): se licuan los tejidos, empezando por las partes blandas, adquiriendo el cadáver un aspecto acaramelado.
- Fase de reducción esquelética (de 2 meses a 5 años): puede avanzar hasta la pulverización, aunque depende de las condiciones ambientales.
Fase 1: putrefacción activa (2 meses)
Fase 2: esqueletización incipiente (2-6 meses)
Fase 3: esqueletización avanzada (6 meses-1,5 años)
Fase 4: esqueletización completa (+ 1,5 años)
Signos esqueléticos:
Capa de moho en cuerpos sepultados (2-4 años)
Desaparición de la grasa de los huesos (5-10 años)
Inicio de la destrucción del hueso (10-15 años)
Hueso quebradizo, frágil y poroso (50-100 años)
