Neandertales y sapiens pudieron convivir más tiempo del que pensábamos
Esta no es la primera y
presumimos que no será la última vez que tratamos en esta página un tema que
nos interesa y que nos concierne a todos aquellos que escribimos y a todos los
que nos leen. Se trata del tema de la convivencia y, por tanto, posible hibridación
entre Homo sapiens y Homo neanderthalensis. Sin duda, un tema
que nos llama la atención a todos porque puede explicar nuestro origen.

Un estudio publicado recientemente aporta nuevos datos sobre la llegada de Homo sapiens a Europa y que cambia lo que conocíamos hasta el momento de este acontecimiento y añade años a la convivencia de ambas especies. Los últimos restos de Neandertales que se tenían en Europa eran de hace 42.000-40.000 años. Y las evidencias de asentamientos de H. sapiens más tempranas hasta el momento en Europa, se situaban entre hace 45.000 y el 43.000, por lo que en Europa no habría habido convivencia entre especies basándose en estas dataciones.
Sin embargo, este estudio adelanta la llegada a Europa de Homo Sapiens en más de 10.000 años con respecto a lo que se pensaba. Gracias al hallazgo de un fósil que han calificado de extraordinario en la cueva de Mandrin, en la Francia Mediterránea. Se trata de la corona de un segundo molar maxilar deciduo (es decir, de un individuo infantil) que fue inequívocamente clasificada como del Pleistoceno Superior y las dataciones dieron fechas de aproximadamente 54.000 años. Junto al fósil se encontraron una serie de herramientas líticas posiblemente realizadas por Homo sapiens.

Este descubrimiento puede poner en evidencia que ambas especies coexistieron en Europa, viviendo en la misma región europea. Tras analizar los estratos del yacimiento, los investigadores apuntan a que lo más probable es que se tratase de un grupo pequeño de Homo sapiens que habría llegado al sur de Francia hace más de 51.000 años antes de que esta especie comenzará a extenderse por Europa. Este grupo habría vivido en la zona durante un periodo relativamente breve y desaparecieron. Más tarde los neandertales regresaron a esta cueva y la ocuparon durante varios miles de años más. Lo que no pueden determinar aún es por qué esta incursión temprana no tuvo éxito, ni si se marcharon del lugar o no lograron sobrevivir.
A pesar de no hallar restos juntos en el mismo estrato de neandertales y sapiens ni encontrar evidencias de intercambio cultural entre ambas especies, los investigadores creen que ambas especies se encontraron en este lugar. Se basan en evidencias como que el primer cambio de asentamiento de neandertales a sapiens en la cueva se dio de manera muy rápida, ya que el último fuego hallado de neandertales solo distaría del primero de sapiens un máximo de un año, gracias al análisis de los restos de hollín de los fuegos sobre el que se habría formado una capa de calcita fácilmente datable. Además, se sabe que ambas especies estaban en la zona, por tanto, se tuvieron que cruzar en más de una ocasión.