La primera operación de oído

22.02.2022

El yacimiento del dolmen de "El Perdón" en Reinoso (Burgos) nos ha dejado con uno de los grandes descubrimientos del año. La investigación se ha llevado a cabo por iniciativa de un equipo de arqueólogos de la Universidad de Valladolid (Manuel Rojo Guerra como director del proyecto, Cristina Tejedor Rodríguez y Sonia Díaz Navarro como colaboradoras y coautoras del estudio publicado en la revista Scientific Reports), los cuales se han topado con el cráneo de una mujer de en torno a 5.300 años de antigüedad y a la que se le habían practicado dos mastoidectomías, intervención que se realizaba para eliminar infecciones del oído medio y que se siguen realizando a día de hoy.

El dolmen de "El Perdón" cuenta con una enorme cantidad de restos óseos de en torno a 100 individuos. A día de hoy, falta por documentar y excavar al menos un nivel más de enterramientos. Sabemos a través de las pruebas de Carbono 14 que la tumba se utilizó a lo largo de 800 años entre el 3800 y el 3000 a.C. y que sufrió una serie de reutilizaciones, reagrupamientos e incluso reducciones de cadáveres (quizás con motivo incluso simbólico o ritual).

Según los análisis histológicos, la mujer sobrevivió a la intervención, siendo los restos arqueológicos más antiguos con indicios de una intervención otológica realizada con éxito.

El equipo de arqueólogos descubrió los restos óseos en la campaña de excavación del año 2018. Tras bastante tiempo de análisis, concluyeron que se trataba de una mujer de entre 35 y 50 años de edad en el momento de su muerte y que presentaba dos perforaciones laterales compatibles con sendas mastoidectomías. Según explica Rojo Guerra, esas intervenciones "debieron haber sido realizadas por auténticos especialistas o individuos con ciertos conocimientos anatómicos y experiencias terapéuticas acumuladas". Precisamente, es en la propia tumba junto al cuerpo donde se encuentra una lámina de sílex con huellas de uso (corte de hueso) y de haber sido recalentada multitud de veces (los investigadores creen que a entre 300 y 350 grados) y proponen su uso como herramienta quirúrgica.

Para llegar a estas conclusiones ha sido necesario un equipo interdisciplinar, contando incluso con la opinión experta e interpretación médica de los doctores Juan Francisco Pastor y Jaime Santos, investigadores también de la Universidad de Valladolid. También han colaborado en el estudio Rebeca García de la Universidad de Burgos y encargada de los análisis histológicos, y Juan Francisco Gibaja Bao de la Escuela Española y Arqueología de Roma, encargado de los análisis traceológicos. 

Es posible que en los próximos meses o campañas, aparezcan más indicios de intervenciones quirúrgicas entre los restos de las tumbas que quedan por exhumar, seguiremos muy atentas a su investigación. 

Imagen del cráneo con el detalle de las mastoidectomías

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