La losa de Saint Bélec, posiblemente el mapa más antiguo de Europa
A principios del mes de Abril, el Boletín de la Sociedad Prehistórica Francesa publicó los resultados del estudio de la losa de Saint Bélec. Se trata de una losa de 2 metros por 1,5m que fue descubierta en 1900 por el prehistoriador Paul du Chatellier. La pieza pasó años sin ser estudiada, guardada en el sótano del Museo Nacional de Arqueología de Saint-Germain-en-Laye (Francia).
Originalmente, se descubrió en un túmulo funerario durante una excavación que estaba llevando a cabo Paul du Chatellier en una necrópolis prehistórica en Finisterre. La losa se trasladó al castillo de Kernuz, la casa del propio Chatellier. Allí, formó parte del museo privado del prehistoriador hasta su muerte en 1911. Es entonces cuando su familia decidió vender las piezas arqueológicas al Museo Nacional de Arqueología.
Según los estudios recientes de los arqueólogos Yvan Pailler (Universidad de Bretaña Occidental) y Clément Nicolas (Universidad de Bournemouth), la losa data de principios de la Edad del Bronce, entre 1900-1600 a.C. y los grabados podrían representar el mapa de un área al oeste de la región francesa de Bretaña. Se usó tecnología de imagen en 3D para realizar una réplica digital de la pieza original y así poder analizar las marcas en detalle. Llegaron a la conclusión de que podría tratarse de un mapa por la representación de motivos repetidos unidos por líneas. De ser esto cierto estaríamos ante el mapa más antiguo de Europa hasta ahora conocido.
Lo que llamó especialmente la atención de los arqueólogos fueron unas muescas que parecen la representación 3D del valle del río Odet, así como varias líneas que parecen representar la red fluvial de la zona. Para Y. Pailler y C. Nicolas son fácilmente identificables en el "mapa" de la losa las colinas de Coadri, las montañas Negras y el macizo Landudal.
Además, gracias a la geolocalización, la precisión de las representaciones de la losa que parecen estar en el 80% en una de las áreas, lo que en principio demostraría que sí que se trata de un mapa. Clément afirma que aunque hay varios mapas tallados en piedra en todo el mundo, generalmente, son solo interpretaciones. En este caso se trata de la representación de un área y escala específica. Piensa además, que podría tratarse de un objeto usado por algún reyezuelo para afirmar la propiedad del territorio. Esto nos sirve de evidencia de los conocimientos cartográficos de los grupos de la Edad del Bronce, mucho más amplios de lo que generalmente se piensa.
Finalmente, la gran incógnita podría ser el motivo por el que la losa se colocó en un túmulo funerario, lo que podría estar relacionado con la muerte del último representante del linaje que controlaba esa área, así como la persona que mandó realizar la propia losa.

Cara frontal de la Losa de Saint Bélec. Fuente: musee-archeologie nationale