La huella de un perezoso gigante como charca de barro para jugar

26.07.2022

Gracias al reciente estudio del investigador Matthew Bennett, profesor de ciencias ambientales y geográficas de la Universidad de Bournemouth (Reino Unido), en el Parque Nacional de White Sands (Nuevo México), tenemos registro de una nueva actividad de ocio realizada por niños en la Prehistoria.

La investigación reveló cómo probablemente cuatro niños utilizaron la huella de un perezoso gigante como charca de barro para chapotear en ella. Esa acción hizo que quedasen grabadas sobre la huella del animal, la de los niños, dejando así constancia de sus juegos. Cabe destacar que la huella del perezoso gigante mide en torno a 40 cm de largo y se calcula que debieron tener el tamaño de una vaca o incluso un oso.

Si bien no se sabe la cronología exacta, se calcula que las huellas de los niños pueden ser de hace unos 11.000 años y pertenecientes a niños de Norteamérica durante el Pleistoceno (2.6 millones y 11.700 años).

Las huellas aparecieron distorsionadas por el ablandamiento del barro, por lo que no son una muestra definitiva de las edades, peso o estatura de los niños. Sin embargo, Bennett comparó las mejor conservadas con datos modernos de crecimiento para deducir la edad, llegando a la conclusión de que se trataban de niños.

Finalmente, el profesor Matthew Bennett comentó que "a todos los niños les gusta jugar con charcos de barro", lo que nos muestra que no habría tanta diferencia entre los interesas de los niños prehistóricos y los actuales. 

Imagen digital de una sección de las huellas del perezoso gigante. 

Te puede interesar...

Escrito por: Oihane Morgado