La división sexual de tareas en el Paleolítico no se debía al gasto energético

09.11.2021
Escena de recolección de miel. Imagen Turismo Comunidad Valenciana
Escena de recolección de miel. Imagen Turismo Comunidad Valenciana

Investigadores del grupo de Paleofisiología y Ecología Humana y de Paleoecología de mamíferos del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (CENIEH) han llevado a cabo un estudio publicado en la revista "Human Nature", mediante el que han podido determinar que la división sexual de tareas no habría estado influenciada por el gasto energético. Es decir, las diferencias de gasto energético entre chicos y chicas no habrían sido tales.

Para realizar este estudio, los investigadores han medido el gasto energético de 42 chicos y chicas entre 8 y 14 años, mientras realizaban tareas que simulaban la recolección de frutos. Edades a las que se sabe que es común realizar estas tareas en los grupos de cazadores-recolectores. De esta manera pretendían comprobar si la división sexual de las tareas podría estar condicionada por el gasto de energía, ya que la actividad requeriría de un gasto mayor de energía para uno de los sexos.

Tras obtener los resultados, los investigadores pudieron determinar que tanto los chicos como las chicas gastaban la misma cantidad de energía durante la realización de la tarea de recolección simulada. Las únicas diferencias en el gasto energético se debían a la masa corporal de los individuos. El gasto energético que provoca la llegada la adolescencia y el estirón que conlleva, hace que realizar este tipo de tareas a una edad previa a la llegada de ese momento, permita hacerlas con un coste energético menor que si los individuos son más mayores.

Sin embargo, la división de tareas por sexos es una práctica muy extendida entre los de cazadores-recolectores actuales. Entre los 7 y los 10 años comienza la división. Los chicos van abandonando de manera progresiva la recolección y las chicas continúan practicándola, por lo que se asume que durante el paleolítico pasaría algo parecido.

La explicación que encuentran los investigadores a este hecho tiene más que ver con el aprendizaje que con el gasto energético. Las tareas de subsistencia requieren de un aprendizaje largo basado en la práctica. Si se aprenden desde una edad temprana, cuando el tamaño corporal es pequeño, el gasto de energía es más reducido. Por tanto, proponen que los chicos abandonan la recolección porque pasan a aprender otras actividades que practicarán cuando sean adultos. 

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Escrito por: Aurora Asín