Los ganaderos neolíticos modificaron el ciclo reproductivo y la alimentación de las ovejas
La explotación de la carne y la producción de leche de oveja eran elementos clave en la economía de las primeras sociedades agrícolas de la península Ibérica. Por este motivo, el control de su cría y de su alimentación se convirtieron en factores decisivos para sacar el máximo provecho. Desvela nuevos datos sobre el control del ciclo reproductivo y alimentación de los primeros rebaños de ovejas domesticados que se han encontrado en el Oeste del Mediterráneo durante el Neolítico.
Un nuevo estudio, coordinado por el Laboratorio de Arqueozoología de la Universidad Autónoma de Barcelona con investigadores de la Universidad de Zaragoza, el Museo de Historia Natural de París y el Instituto Catalán de Paleoecología Humana y Evolución Social, analiza restos de fauna encontrados en el yacimiento neolítico de la cueva de Chaves (Huesca). Yacimiento de gran importancia por la cantidad y calidad de restos que se han podido recuperar (12.754 restos reconocibles) que triplican a los encontrados en otros yacimientos neolíticos de la península. En ella se han encontrado, principalmente, restos de ovejas y cabras domésticas, aunque también se trata de uno de los yacimientos neolíticos con más alta presencia de cerdo. La investigación se llevó a cabo mediante el análisis de los isótopos estables y de las alteraciones y el microdesgaste dentarios de los restos animales de hace más de 7.500 años encontrados en la cueva de Chaves (5600-5300 A.N.E).

Los resultados del estudio desvelan el nacimiento de ovejas en otoño e invierno, lo que se considera como fuera de temporada. Esto sugiere que las sociedades controlaban el ciclo reproductivo mediante la alteración de las interacciones entre hembras y machos, lo que les permitía tener acceso a leche y carne durante todo el año. Asimismo, la modificación del ciclo reproductivo afectó a su fisiología prolongando su periodo fértil. En cuanto a la alimentación de los rebaños no era muy variada, lo que se ha podido detectar mediante el análisis de isótopos estales C13 y O18 sobre muestras secuenciales de bioapatita del esmalte de segundos y terceros molares mandibulares. Asimismo, el microdesgaste ha permitido observar que la alimentación que seguían ovejas estaba más controlada, que la de los animales salvajes que vivían en el entorno. Las ovejas pastarían en las inmediaciones de la cueva y las alimentarían con forraje. También se observan pautas diferenciales en la dieta de los animales juveniles y los adultos, lo que los investigadores sugieren que puede estar relacionado con un control de la producción ganadera.

Los resultados obtenidos en esté estudio cambian la concepción que se tenía de la ganadería durante el neolítico. Hasta ahora se creía que la ganadería en estos momentos estaba en unas fases primarias poco desarrolladas, sin embargo, según los resultados del estudio, se demuestra una ganadería consolidada desde comienzos del Neolítico, con estrategias ganaderas que continúan poniéndose en práctica actualmente.