El último ancestro común de chimpancés y humanos, un enigma aún sin resolver

¿Cómo sería la apariencia del ancestro común entre simios y humanos? Sabemos que vivió hace entre 9 y 7 millones de años en África, lo que no está tan claro es qué aspecto tendría.
Según un estudio publicado en la revista Science, los restos fósiles de los simios del Mioceno, podrían ser la clave para comprender la evolución humana y para reconstruir a nuestro último ancestro común: una especie de simio que no se parece a ninguna que exista en la actualidad.
A la hora de investigar los orígenes humanos se plantean dos enfoques diferentes: uno "descendente", basado en el análisis de los simios vivos, especialmente de los chimpancés y otro, "ascendente", que le da más importancia al árbol más grande de los simios, en su mayoría extintos.
Este tipo de estudios, ofrece una visión sesgada de la evolución, ya que los primeros pueden no tener en cuenta que los simios actuales son los supervivientes de un grupo ya extinto, mientras que los segundos otorgan un papel evolutivo importante a simios fósiles individuales. Por ello, el Dr. Almécija y su equipo dudan sobre la fiabilidad de los estudios basados únicamente en uno de estos dos enfoques.
Para ello, se han revisado las principales teorías de la evolución desde la publicación de 1871 de Darwin, "El Origen del Hombre" , en un estudio multidisciplinar, en el que se ha intentado recrear las características físicas, el comportamiento y el entorno del ancestro común de humanos y chimpancés.
Una de las características que compartimos los humanos y los simios es nuestra forma corporal ortógrada, es decir erecta. El problema surge, cuando al observar los fósiles de los simios del Mioceno, se observan combinaciones de características que no existen en la actualidad, suponiendo un problema a la hora de crear un consenso entre los investigadores.
Esto se debe a que cada especie contiene un "mosaico único de caracteres primitivos y derivados." "Nuestro lento desarrollo no es extremadamente diferente del de los grandes simios actuales (orangutanes, gorilas y chimpancés). Por lo tanto, es una característica primitiva para primates, pero derivada para homínidos. A la vez, mostramos un tipo de locomoción únicamente derivado, entre los primates: bipedismo terrestre habitual"- puntualiza el paleontólogo español del Museo Americano de Historia Natural, Sergio Almécija, y principal autor de la investigación.
Almécija insiste en la importancia de añadir, a lo que sabemos sobre la evolución de los humanos y los simios actuales, a los simios del Mioceno o simios fósiles, para poder reconstruir el "punto de partida a partir del cual evolucionaron los humanos y los chimpancés."
Referencias bibliográficas