El oro de Varna

En la necrópolis de Varna, con más de 280 tumbas datadas en el Calcolítico (4600- 4200 a.C.), se halla una de las colecciones de oro más antiguas e impresionantes del mundo. Esta necrópolis no solo nos habla de la forma de trabajar el metal, sino que también revela datos sobre la organización social y el tratamiento de los muertos.
Descubierta de forma fortuita en 1972, la necrópolis de Varna está formada por 294 tumbas hasta la fecha, ya que el 30% del área estimada de la necrópolis aún no está excavada (Museo Arqueológico de Varna). La mayor parte de las tumbas son de hombres, aunque también encontramos algunas tumbas de mujeres y otras sin cuerpo, con objetos funerarios dispuestos alrededor de lo que sería el cadáver, a modo de cenotafios.

La mayoría de las tumbas de Varna contenían como máximo 10 objetos, pero hay una minoría que estaban lujosamente provistas de objetos funerarios, lo que sugiere una marcada diferenciación socioeconómica entre unos y otros. Se han encontrado gran variedad de objetos, como herramientas de cobre, hachas, cinceles y punzones. Había abalorios hechos de cobre, hueso, concha , piedra caliza y mármol. Este último se utilizaba para fabricar vasijas, platos y figuritas. Además, algunas tumbas tenían unas maravillosas hojas de 40 cm talladas en obsidiana y sílex.
Sin embargo, la fama de esta necrópolis se debe a la tumba 14 ( también conocida como tumba 43), que contenía el cuerpo de un hombre de unos 40 o 50 años, probablemente un jefe o sacerdote, con un ajuar de más de 1000 objetos como hachas de cobre, herramientas de sílex, cerámica y más de 980 piezas de oro, como pectorales, abalorios, una funda para el pene, brazaletes y un mango de hacha.
Es curioso resaltar que muchos de los objetos de oro del yacimiento provenían de las tumbas sin cuerpo. Puede que estas tumbas se hicieran para honrar a individuos enterrados en otros lugares o para simbolizar la propiedad de colectivos.
La singularidad de Varna se debe, no solo a la variedad de prácticas funerarias, sino también a la riqueza y abundancia de hallazgos. Es importante recordar que en esta época otros materiales tenían el mismo, o más prestigio que el oro. Muchos de los objetos de Varna provenían de lugares lejanos. Por ejemplo, las conchas provenían del Egeo, lo que pone de manifiesto la importancia y el exotismo de estas piezas. Este tipo de objetos afirman el vasto conocimiento individual que poseían y la influencia comercial existente a través de las redes de intercambio de Europa del este.
La calidad, la ubicación y la cantidad de objetos encontrados en la necrópolis de Varna, dan motivos para concluir que pudiera tratarse de una de las primeras civilizaciones europeas existentes.
Referencias bibliográficas
Archeological Museum Varna, (s.f.)
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