El exceso de carne en la dieta de los humanos favoreció la domesticación del perro

07.04.2021
Retrato de un lobo en Mongolia. Foto: Tambako the Jaguar/ Getty. Recuperado de La Vanguardia
Retrato de un lobo en Mongolia. Foto: Tambako the Jaguar/ Getty. Recuperado de La Vanguardia

El perro; el mejor amigo del hombre. Desde la antigüedad nos han acompañado como guardianes, tiraban de los trineos y nos proporcionaban calor durante las gélidas noches de invierno. Pero esto no ha sido siempre así. El origen de la domesticación del perro sigue siendo a día de hoy una incógnita. Uno de los últimos estudios, publicado en enero de este año en "Scientific Reports", plantea la idea de que la incapacidad de los cazadores-recolectores de alimentarse durante largos períodos de tiempo con carne magra, provocó que compartieran las sobras con los lobos. Esto pudo ser el detonante para que se produjera una domesticación de forma gradual.

Maria Lahtinen, la principal autora de este estudio, ha investigado sobre la alimentación de los cazadores-recolectores del Pleistoceno Superior en las regiones ártica y subártica de Eurasia. Durante la última glaciación, hace entre 15.000 y 20.000 años, la principal fuente de alimento de los humanos era la fauna. La especie humana no está adaptada a una dieta totalmente carnívora, por lo que es posible que hubieran preferido consumir carne rica en grasas, a tomar un exceso de carne magra rica en proteínas.

La dificultad de acceder con regularidad a una dieta basada en vegetales durante los períodos más duros de la última glaciación, supuso que los renos, los caballos salvajes y otros animales fueran la base de su alimentación. Esto les permitió sobrevivir con una dieta rica en proteína, pero desprovista de grasa. 

En otras condiciones, los lobos habrían competido con los humanos por las mismas presas. Pero en estas condiciones se generaba un excedente que podría haberse dado de forma voluntaria a los lobos, o quizás fueran ingeridos por los animales sin intervención humana.

"En nuestra opinión, la primera opción habría conducido más a la domesticación que la alimentación involuntaria" dice Lahtinen. "Los cazadores-recolectores tienen mascotas en muchas culturas. Esto no es una sorpresa y es probable que haya ocurrido también durante el período Paleolítico. Es parte del comportamiento humano típico".

De esta forma, haber compartido la carne con los lobos, pudo haber facilitado la convivencia, lo que, con el tiempo, supuso que se volvieran más dóciles, convirtiéndose en los primeros perros domesticados. Esta teoría se ve reforzada por el hallazgo de los restos caninos más antiguos en las zonas más gélidas del Paleolítico.

En conclusión, no haber competido con los lobos por los recursos, ha supuesto un elemento decisivo para que pasaran a convivir con las personas, y convertirse, no solo en mascotas y ayudantes para la protección y la caza, lo que sin duda pudo favorecer aún más el proceso de domesticación, sino en el amigo más fiel del ser humano.

Referencias bibliográficas:

-Flamarique, L. (2021) "La abundancia de carne magra facilitó la domesticación del perro." La Vanguardia. 

Recuperado de: https://www.lavanguardia.com/ciencia/20210107/6172359/humano-domestico-perro-gracias-excedente-proteinas-caza.html 

Escrito por: Victoria Alonso