La aplicación de técnicas no invasivas a la arqueología

15.09.2021

Ya es posible descubrir ciudades ocultas bajo nuestros pies sin excavar un gramo de arena gracias a la aplicación de técnicas no invasivas basadas en tecnologías que escanean el subsuelo.

Herramientas de trabajo habituales de tecnologías no invasivas como georradares, drones o magnetómetros son cada vez más usados en el descubrimiento e interpretación del patrimonio arqueológico, pues son capaces de interconectar gran cantidad de datos georreferenciados y posicionarlos en mapas.

Entre estas tecnologías encontramos:

  • Drones: permite a los investigadores identificar áreas de interés que son visibles a vista de pájaro y geoposicionar el área de trabajo.
  • Georradares:  trazan los itinerarios urbanos que esconde la tierra a una profundidad de hasta cuatro metros.
  • Magnetómetros: averiguan todos aquellos lugares en los que hubo combustión en el pasado, como una necrópolis o un centro de producción cerámica.
  • Sismógrafos y tacógrafos: permiten llegar hasta oquedades muy profundas, reconstruir niveles geológicos e incluso diferenciar lo natural de lo humano.

Además de que la arqueología de excavación es cara y determinadas fuentes de información están agotadas, estas técnicas tienen capacidad para conocer más datos en menos tiempo y con menos coste, lo que hace posible abordar investigaciones territoriales más amplias en las que cobran peso la interpretación del territorio, el paisaje y la interacción con ellos, y, abre el camino para que la arqueología no invasiva sea el futuro de toda investigación arqueológica.

Prospección con georradar. Fuente: Numancia multimedia
Prospección con georradar. Fuente: Numancia multimedia

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Escrito por: Alba Delgado