El desierto Arábigo fue habitado por los humanos prehistóricos gracias a sus áreas verdes

16.09.2021

El desierto arábigo que ahora conocemos, fue un gran oasis que sirvió de lugar de descanso para numerosos grupos migratorios de seres humanos de hace unos 400.000 años. Las lluvias monzónicas fueron las causantes de que este lugar, ahora desierto, fuese durante milenios un paraje lleno de vegetación y con grandes extensiones de agua en forma de lagos. Estos lugares pudieron servir de lugares de descanso para seres humanos provenientes del norte de África o del sudeste asiático.

Equipo trabajando en la parte Noroeste del lago KAM 4 (Groucutt, H. et al, 2021)
Equipo trabajando en la parte Noroeste del lago KAM 4 (Groucutt, H. et al, 2021)


Hasta el momento se habían encontrado en la zona yacimientos con pequeñas muestras de restos, normalmente indicando lugares de aprovisionamiento de materias primas y lugares de talla. Esto unido a la falta de sistemas fluviales y de cuevas estratificadas había impedido la elaboración de secuencias arqueológicas de períodos largos de tiempo, lo que impedía tener información precisa sobre los patrones de comportamiento, distribución y demografía de los homínidos.

Sin embargo, gracias a esta nueva investigación se han registrado 5 grandes lagos,  de períodos diferentes, en el lugar conocido como Khall Amayshan o KAM 4 en el desierto de Nefud, al norte de Arabia. Estos lugares, ahora convertidos en arena guardan los sedimentos de las profundidades de los antiguos lagos, en los que se han encontrado numerosas herramientas líticas asociadas y restos de fauna. Estos hallazgos representan el primer registro de larga duración de la ocupación humana en este lugar, así como las evidencias más tempranas conocidas de homínidos en Arabia. Esto demuestra que los antiguos grupos de Homo viajaban por esta zona cuando las condiciones meteorológicas la convertían en una zona húmeda hace unos 400.000.

Entre los artefactos encontrados predominan las hachas, los cuchillos y los restos de flechas. Cada una de las fases de formación del lago está asociada a diferente material lítico. El conjunto A (asociado a la parte central del lago con unos 400.000 años) está formado por hachas y material asociado que supone el achelense más antiguo de Arabia. El conjunto B (asociado a la parte noreste del lago con unos 300.000 años) se conforma de pequeñas hachas, homogéneas en su producción y se caracteriza por la preferencia de la técnica Levallois. El conjunto C (asociado a la parte noroeste del lago con 200.000 años), por su parte, contiene una tecnología típica del Paleolítico Medio, sin ningún tipo de hachas y centrada en la técnica Levallois. Por último, el conjunto D (asociado a la zona sureste del lago, de unos 125.000-75.000 años) y el E (Sur del lago con unos 55.000 años) son ambos del Paleolítico Medio, con predominante técnica Levallois en el D y una técnica más diversa en el E.

Herramientas líticas encontradas en KAM 4 y JSM1 (Groucutt, H. et al, 2021)
Herramientas líticas encontradas en KAM 4 y JSM1 (Groucutt, H. et al, 2021)


El análisis del material lítico confirma una mayor similitud con las herramientas africanas que con aquellas encontradas en el Sur de Arabia o en los yacimientos del Mediterráneo. Con estas evidencias, se puede inferir que el norte de Arabia pudo ser un lugar de paso habitual para la salida de los humanos de África antes de su llegada al sur de Asia hace 385.000 años, al sur de China hace entre 120.000 y 80.000 años y a la isla de Sumatra entre 73.000 y 63.000 años.

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Escrito por: Aurora Asín