Descubren la tumba más antigua de África

07.05.2021

La tumba fue hallada en Panga ya Saidi, un sistema de cavernas paralelo a la costa del sudeste de Kenia, por un equipo de investigadores interdiscipliniario. La tumba contenía los restos de un niño de dos o tres años, enterrado hace unos 78.000 años con gran cuidado. Esta tumba es la más antigua encontrada en África y representa uno de los ejemplos más claros de preparación de la tumba para el enterramiento, lo que puede ayudar a comprender mejor la concepción de la muerte y los ritos relacionados con la misma. 

Ilustración de la posible posición del enterramiento de Mtoto. Fuente: Fernando Fueyo/National Geographic
Ilustración de la posible posición del enterramiento de Mtoto. Fuente: Fernando Fueyo/National Geographic

El lugar lleva siendo excavado desde 2010 por un equipo de los Museos Nacionales de Kenia y del Instituto Max Planck para la Ciencia de la Historia Humana de Alemania. En él se habían descubierto gran cantidad de herramientas líticas, cuentas con conchas, restos de animales sacrificados y una serie de artefactos que reflejan el uso humano desde hace 80.000 años, Edad de Piedra Media. Los depósitos de la cueva continúan muy por debajo de la tumba con estratos que podrían remontarse a hace 400.000 años y que todavía están por excavar y analizar.

En 2013 descubrieron una estructura que parecía ser una fosa a unos tres metros bajo el suelo actual de la cueva y en 2017 hallaron lo que parecía un hueso descompuesto. Dada la fragilidad de los restos decidieron revestir los sedimentos de yeso y transportarlo para estudiarlo en el laboratorio del Museo Nacional de Nairobi. Se comenzó a excavar y debido a la fragilidad de los restos, lo transportaron finalmente al Consorcio del Centro Nacional de Investigación de la Evolución Humana (CENIEH) en Burgos. Se le realizaron numerosas pruebas no invasivas de microtomografía computarizada, microscopía óptica entre otras y las zonas que se encontraban en mejor estado se excavaron de manera manual. De este modo, descubrieron los restos de un niño, al que han llamado Mtoto ("niño" en Suajili), con el esqueleto articulado y rodeado de sedimentos diferentes a los circundantes en la cueva, lo que sugería que había sido enterrado intencionadamente tras su muerte.

Mediante un análisis geoquímico descubrieron sustancias químicas producidas por bacterias carnívoras. Al descomponerse la carne y los órganos, los espacios que dejaban se iban rellenando con sedimentos, por lo que pudo conservar la caja torácica de manera tridimensional. Sin embargo, las costillas superiores habían rotado 90 grados, lo que reflejaría que había estado apretado en la fosa o envuelto en una mortaja de algún material perecedero como piel de animal u hojas. La cabeza y las vértebras indicaban que había sido enterrado con la cabeza sobre alguna especie de almohada. Todos estos descubrimientos apuntan a un enterramiento preparado con gran cuidado para este individuo. 

Parte del bloque que se extrajo para su estudio en laboratorio. Imagen de María Martinón-Torres del CENIEH/National Geographic
Parte del bloque que se extrajo para su estudio en laboratorio. Imagen de María Martinón-Torres del CENIEH/National Geographic

El hecho de que se trate de un niño resulta de gran interés, ya que se suma a otras dos tumbas africanas de niños ligeramente posteriores que pueden ayudar a comprender las prácticas mortuorias diferenciadas entre adultos y niños. La muerte de los niños podía ser vista como no natural y requerir de una conmemoración y un trato especial ya en la Edad de Piedra Media. La poca representación de tumbas en África supone un enigma que algunos asocian a una falta de búsqueda comparada con el caso de Europa y Oriente Medios donde los científicos han realizado búsquedas en grietas y cuevas desde comienzos del siglo XX. Lo que da una pista de lo que todavía queda por descubrir en el continente africano. 


Fuente: National Geographic

Escrito por: Aurora Asín