Descubierta una cueva con pinturas rupestres en Los Barrios (Cádiz)
Hace cuarenta años que Lothar Bergmann comenzó a dar visibilidad a las cientos de cuevas con grabados hace más de 20.000 años en distintas zonas del Campo de Gibraltar, La Janda, la Sierra de Cádiz, la campiña jerezana y el norte del Magreb, que llamó Arte Sureño.
Simón Blanco Algarín, uno de los grandes especialistas en las representaciones prehistóricas descubrió un nuevo yacimiento rupestre. Se trata de pinturas en el abrigo del Pilar, ubicado en el municipio gaditano de Los Barrios. El abrigo del Pilar fue localizado el 28 de diciembre de 2020 y ha sido comunicado a las autoridades competentes para su reconocimiento como Bien de Interés Cultural (BIC).

El abrigo, que apenas tiene capacidad para dar cobijo a un par de personas, se encuentra a 250 metros de altitud y con orientación nornoroeste, tiene una entrada circular, de unos 70 centímetros de diámetro, y un desarrollo horizontal ligeramente ascendente que mantiene el mismo perfil de la entrada pero que apenas supera los dos metros de profundidad, "características que le confieren su aspecto tubular y dota a su interior de un permanente estado de penumbra", impidiendo esto el desarrollo de las nocivas costras liquénicas, aunque las avispas alfareras han colonizado completamente el techo y parte de las paredes, alterando gravemente las superficies y ocultando las pinturas.
En las pinturas visibles se ha observado conjuntos simples con una temática formada por agrupaciones de puntos, barras y manchas. Estas últimas, en algunos casos, aún "pueden identificarse con formas antropomorfas muy elementales, que junto al resto de signos, fueron adaptados de forma ordenada a las discontinuidades de una superficie muy estratificada como es característico de las rocas sedimentarias".

Una de las peculiaridades del yacimiento del Pilar es la existencia en el mismo afloramiento rocoso de al menos una docena de tumbas antropomorfas tardoromanas. "Son pequeñas necrópolis de tumbas excavadas en la roca, que se encuentran vinculadas a la ruralización de la sociedad durante el periodo de inestabilidad provocado tras la caída de la provincia Bética romana".
Esta circunstancia, que se repite en el entorno inmediato de la mayoría de los yacimientos rupestres del Campo de Gibraltar y la Janda, se debe a dos fenómenos culturales que aun siendo asincrónicos, responden a un mismo modo de vida campesina con formas de organización social y productiva muy similares, "lo que condujo necesariamente a la ocupación y sacralización de los mismos emplazamientos, constituyéndose como un compromiso práctico de estas sociedades con la delimitación de los ecosistemas que posibilitaban su modo de vida", explica Blanco Algarín.
La importancia del abrigo no radica tanto en las propias manifestaciones sino en el hecho de encontrarse separado varios kilómetros del yacimiento rupestre más cercano. "Esta circunstancia viene a rellenar un importante vacío dentro de la dispersión geográfica del Arte Rupestre Prehistórico en la región del estrecho de Gibraltar", explica el descubridor.