Cucharas de hueso para bebés prehistóricos: las primeras papillas de cereales

03.03.2021

A lo largo de estos años, han aparecido un gran número de útiles con forma de espátula en yacimientos neolíticos. Éste nuevo artefacto, que debido a sus abundantes huellas de uso había sido interpretado como herramienta de trabajo, tiene 8000 años de antigüedad (aprox.) y se elaboraba con hueso de ganado. Las marcas que indican su uso recurrente, hicieron pensar en un primer momento que podría tratarse de espátulas para uso cotidiano. No obstante, estudios recientes defienden que se tratan de cucharas para alimentar a bebés.

Para poder corroborar esa teoría, un grupo de investigadores analizaron 2230 marcas de tres de las cucharas que se encontraron en el yacimiento neolítico de Grad Starčevo (Serbia). Se pudo demostrar que muchas de ellas habían sido hechas con dientes temporales, lo que corroboraría su uso para alimentar a los más pequeños del grupo. La producción de un nuevo utensilio para la alimentación de los bebés probablemente pudo estar relacionada con la aparición de un nuevo alimento para ellos y con el destete.

En el Neolítico, se produjeron muchos cambios importantes en el estilo de vida de los pueblos prehistóricos. El sedentarismo, la domesticación de plantas y animales darían lugar a cambios demográficos y a la llamada "transición demográfica neolítica", que se refiere al aumento de la fertilidad de las comunidades agrícolas y supuso por ende un aumento demográfico. Además, se debieron dar al menos las siguientes causas por las que las mujeres empezaron a tener más hijos: por un lado el sedentarismo del que ya hemos hablado, el aumento de consumo de cereales con mayor contenido calórico y la reducción de la duración del periodo de lactancia. 

Este éxito demográfico, muy probablemente, provocó cambios profundos en la maternidad porque el aumento del número de bebés exigiría nuevas rutinas de la vida diaria pero no solo para los padres, sino para toda la comunidad. Uno de los cambios más importantes en la maternidad en el Neolítico fue la duración de la lactancia materna y las nuevas opciones de alimento (cereales domesticados y leche animal) para el destete. Existe una relación directa entre la duración de la lactancia y la fertilidad porque la producción de leche requiere de gran desgaste energético que retrasa la ovulación durante un periodo de tiempo, por lo que adelantar el destete supuso mayor fertilidad. 

No obstante, aunque el nacimiento de bebés y sus madres (os procesos de destete, etc.) representen la clave del éxito demográfico, apenas se han realizado estudios al respecto hasta el desarrollo de la arqueología de género en la década de los 70. Aún a día de hoy, siguen faltando estudios en éste campo de investigación y todavía no hay suficientes evidencias como para afirma a ciencia cierta los procesos anteriormente descritos, por el momento hablamos de suposiciones.

Con la evidencia esquelética, se realizaron pruebas de señales de isótopos estables que permitieron reconstruir prácticas de lactancia y destete del lactante, proporcionando de forma indirecta la duración de la lactancia. Aunque sí que parece que en sociedades cazadoras-recolectoras el destete se producía más tarde, no se han analizado suficientes restos como para afirmarlo. No obstante, podemos suponer que el Neolítico trajo grandes innovaciones en las prácticas de destete debido a la disponibilidad de leche animal y papillas a base de cereales (algo imposible con economías de cazadores-recolectores).

Aunque a día de hoy estos artefactos siguen sin ser reconocidos como cucharas para la alimentación de los bebés, sabemos que durante el periodo de destete, los niños tienden a mordisquear, roer y tirar las cucharas como parte del paso del reflejo de succión a masticar; además, también les alivia cuando les empiezan a salir los dientes. Esas acciones pueden dejar marcas en los útiles que después se pueden analizar. Por eso, se tuvieron en cuenta dos criterios a la hora de identificar esas marcas: en primer lugar, se cogieron piezas de hueso de ganado similares al propio útil y se le hicieron intencionadamente marcas simulando las que se harían con dientes de leche. Se compararon con las de las cucharas y resultaron ser compatibles. En segundo lugar, se fijaron en que ese tipo de marcas se dieran en útiles con formas similares de distintos yacimientos y así fue.

Si bien todavía podría ser prematuro hablar de un utensilio específico para la alimentación de los bebés y lo que ello conlleva, es un estudio prometedor para nuestro entendimiento de la infancia y demografía general de las sociedades prehistóricas.  

Cucharas con fecha C14. Cucharas de Donja Branjevina (A) la Cuchara 117, por delante y por detrás, (B) la cuchara 118 (por delante y por detrás), (C) la cuchara 156 por delante y por detrás, (D) la cuchara 159 por delante y por detrás, (E) la cuchara 318, anverso y reverso, (F) cuchara 319, anverso y reverso. Cucharas de Grad Starčevo (G) cuchara 24 delante y detrás, (I) cuchara 28 delante y detrás, (J) cuchara 22 delante y detrás.
Cucharas con fecha C14. Cucharas de Donja Branjevina (A) la Cuchara 117, por delante y por detrás, (B) la cuchara 118 (por delante y por detrás), (C) la cuchara 156 por delante y por detrás, (D) la cuchara 159 por delante y por detrás, (E) la cuchara 318, anverso y reverso, (F) cuchara 319, anverso y reverso. Cucharas de Grad Starčevo (G) cuchara 24 delante y detrás, (I) cuchara 28 delante y detrás, (J) cuchara 22 delante y detrás.
Distribución de cucharas de hueso en 52 yacimientos del sureste de Europa
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Escrito por: Oihane Morgado