Restos inmaduros y el primer esqueleto parcial de un Homo naledi juvenil

09.02.2021

Durante una campaña de excavación en Sudáfrica entre el año 2013-2014 se encontraron los restos inmaduros de un Homo naledi con una antigüedad de entre 335.000 y 236.000 años. Este hallazgo es muy importante para la comprensión de los procesos de maduración de los homínidos y su evolución porque además, rara vez se encuentran restos inmaduros y/o juveniles. Los restos que se encontraron fueron 16 fragmentos postcraneales y parte de una mandíbula.  

Fragmentos de mandíbula de Homo naledi
Fragmentos de mandíbula de Homo naledi

Otra de las complicaciones para entender la evolución es que rara vez aparecen retos craneales, mandíbula y dientes; mucho menos inmaduros además. A parte del Homo Neanderthalensis y los humanos modernos recientes, solo tenemos representaciones óseas inmaduras de tres especies de homínidos: Australopithecus afarensis, Australopithecus sediba y Homo Erectus.

Estos restos de Homo naledi juvenil se encontraron en el conjunto de cuevas de Rising Star (Sudáfrica) junto a otros restos de individuos adultos, lo que representa una oportunidad única para el estudio del desarrollo y evolución de una especie ya extinta. Dentro de la cueva, en la cámara de Lesedi, se encontró un esqueleto parcial de un individuo adulto, un fragmento de mandíbula de un segundo adulto y los restos de un individuo muy joven. En la misma cueva pero en la galería Dinaldi se encontraron muchos más restos fósiles, con un mínimo de restos de 15 individuos de distintas edades.

Algunos de los restos óseos se encontraron los materiales mezclados. Los análisis sugieren que al menos algunos de los cuerpos fueron depositados mientras aún estaban carnosos. Además, la deposición de los restos parece haber ocurrido durante un periodo de tiempo, no en un solo momento y además se usó la cueva a distintas profundidades. El hueso de jóvenes es menos denso y calcificado, es por eso que se conserva peor y es más complicado que aparezca en los yacimientos. La Cámara Dinaledi es una cámara de 3x5 m ubicada dentro de una red interconectada de pasajes y espacios de cuevas ahora designados como subsistema Dinaledi. El subsistema en sí está conectado al Sistema de Cuevas Rising Star (más grande) por un pasaje vertical estrecho de 12m de alto, conocido como Chute. Los fósiles de estas cuevas se recuperan e sedimentos de lutolitas no consolidados, distintos a los que se pueden encontrar fuera del subsistema. El hecho de que algunos de los restos se hayan encontrado articulados y semi-articulados en el depósito de Dinaledi, así como pequeños elementos desarticulados y dispersos, sugieren una rotura (o desarticulación) post-mortem. No obstante, la cantidad de materiales y la falta de estratigrafía dentro de los sedimentos hace que sea imposible establecer una secuencia de deposición. En la primera campaña de excavación de la cámara Dinaldi se encontraron 300 fragmentos aproximadamente esparcidos por la cámara. En total, contando con todo lo excavado hasta el momento, se han recuperado en torno a 1800 fragmentos fósiles.

Posible apariencia del Homo naledi
Posible apariencia del Homo naledi

Según estudios recientes, el Homo naledi parece tener un patrón de erupción dental similar o afín a la del Homo Sapiens. Sin embargo, el patrón de formación de las raíces dentales es más parecido al de un simio. Además, tienen un patrón dental único de deposición de esmalte superficial que no se parece al de ningún otro homínido. En cuanto al tamaño cerebral, el del Homo naledi estaría entre el Australopithecus sediba y Homo erectus. Se estima una altura media de 143,5 cm para los adultos.

Finalmente, el Homo naledi podría haber sido un contemporáneo en el sur de África de nuestro Homo Sapiens. El estudio de esta especie con una inusual combinación de rasgos primitivos con su existencia relativamente reciente, podría arrojar luz sobre las adaptaciones evolutivas.  

Escrito por: Oihane Morgado