Conservación por frío: el hombre de hielo

El cuerpo humano completo y mejor conservado más antiguo del mundo fue descubierto en 1991 junto al glaciar Similaun, en los Alpes de Ötztal, sobresaliendo del hielo que lo había preservado durante 5000 años. El conocido como "el hombre de hielo" es el primer ser humano de la Prehistoria encontrado con su vestimenta y su equipo habitual, por lo que probablemente encontró muerte mientras realizaba una actividad cotidiana.
Los objetos encontrados junto al cuerpo han sido estudiados y sobre el cuerpo se han aplicado técnicas como escáneres, raxos-X y datación por radiocarborno, pudiéndose obtener hasta quince fechas (por radiocarbonos), coincidiendo todas ellas entre el 3365 y el 2490 a.C.

Se trataba de un varón de piel oscura, entorno a mediados o finales de los cuarenta, cuya estatura y morfología encajaba con los parámetros de las poblaciones del Neolítico Tardío de Italia y Suiza; los análisis de ADN confirmaron la relación genética del hombre de hielo con el norte de Europa.
Los dientes presentan un elevado desgaste, principalmente los incisivos, lo que pudiera indicar la ingesta de grano sin tratar o el uso de los dientes como herramienta. El escáner al que fue sometido el cuerpo muestra que el cerebro, las fibras musculares, los pulmones, el corazón, el hígado y el sistema digestivo se encuentra en buenas condiciones. Además la composición isotópica del cabello sugiere que durante los últimos meses de su vida el hombre de hielo mantuvo una dieta vegetariana, aunque el colón se han identificado restos de carne y su última comida también parece haberse compuesto por carne, trigo, plantas y bayas.
Presentaba congelación en uno de los pulgares de los pies, costillas fracturadas en proceso de curación en el momento de muerte, y, a partir de una de sus uñas se infirió la existencia de una enfermedad crónica incapacitante, lo que puede apoyar la teoría de que muriera a causa de la congelación.
Además se han podido observar hasta 61 tatuajes distribuidos por todo el cuerpo. Estas tatuajes eran líneas de entre 0.7 y 4 centímetros de largo, la mayoría dispuestas en grupos de dos, tres o cuatro líneas paralelas, además de dos cruces. Según las investigaciones, estos tatuajes se realizaron frotando carbón sobre pequeños cortes.
No obstante, en posteriores estudios se encontró en el hombro izquierdo una punta de flecha, cortes en las manos, muñecas, torso y un traumatismo craneoencefálico, lo que probablemente le produjera la muerte.