Alimentación, movilidad y diferencias sociales en Bakla Tepe (Turkia), un análisis multi-isotópico
La alimentación, entendida como uno de los pilares básicos de la subsistencia, ha sido un área de estudio destacable dentro de las investigaciones sobre sociedades prehistóricas e históricas. Estas investigaciones tradicionalmente se han centrado principalmente en el análisis de los restos faunísticos y botánicos, seguidos por el estudio de patologías, polen y fitolitos, residuos de la cerámica, representaciones artísticas, y observaciones etnográficas.
A finales de los años 70 comienzan a aplicarse los análisis de isótopos estables en tejidos humanos antiguos como huesos y dientes. Esta técnica poco a poco se fue integrando en los estudios de dieta y movilidad de sociedades antiguas permitiendo analizar diferentes cuestiones como las estrategias de explotación, los hábitos alimentarios individuales y colectivos, etc. En este contexto encontramos el estudio de Irvine y Erdal publicado en mayo de 2020 "Multi-isotopic analysis of dietary habits and mobility at third millennium BC Bakla Tepe, West Anatolia".
Este estudio presenta los resultados extraídos del análisis de isótopos de diferentes individuos de la necrópolis de la Temprana Edad del Bronce (Early Bronce Age- EBA) de Bakla Tepe, además del registro faunístico. En este caso, los autores no se centran en el tipo de alimentación en sí, sino en analizar las relaciones entre la dieta y la sociedad, hablando de posibles diferencias entre distintas clases sociales, el género o la edad. El estudio se encuentra enmarcado dentro de un trabajo mayor que pretende examinar los hábitos alimenticios, las prácticas de subsistencia y los patrones de movilidad de la población prehistórica de Anatolia.
Bakla Tepe se encuentra cerca de la ciudad de Menderes (Turquía), cerca del mar Egeo, al que se llega a través del valle del río Tahtali. Este yacimiento, excavado entre 1995 y 1998 y nuevamente entre 2000-2001, se localiza en un lugar rico, por la proximidad de campos fértiles y el acceso a metales como cobre, plomo, plata y oro. Cuenta con una zona de hábitat y necrópolis, que posiblemente estuvo deshabitada durante un tiempo, a excepción de la necrópolis que si tiene una ocupación ininterrumpida durante el III milenio ANE.

Tanto en la necrópolis de la fase EBA I como en la EBA II/III no se observa una gran diferenciación social en los tipos de enterramiento a excepción de la tumba G-296 que tiene unas dimensiones mayores y un ajuar diferente al resto de tumbas. La muestra sobre la que se realiza el estudio cuenta con 1 mujer y 6 hombres para la fase EBA I y 10 mujeres y 2 hombres para la fase EBA II/III. Por otra parte, la muestra de animales está formada por restos de especímenes adultos de los que se seleccionó los que no presentaban evidencias de diagénesis, destrucción, cocinado, etc.
La extracción de colágeno y el estudio de los isótopos estables se realizó en el Max Planck Institute for Evolutionary Anthorpology en Leipzig (Alemania). El análisis de isótopos para ɗ13C y ɗ15N se realizaron sobre una muestra de colágeno de entre 0,5 y 1 mg, al igual que los análisis para el ɗ34S, que fue analizado en la Universidad Simon Fraser en Canadá (Los resultados de los análisis se pueden consultar en el artículo online).
Los resultados que se presentan en cuanto a la fauna pertenecientes a ovicápridos, ya que los restos de dos bóvidos fueron desestimados por no cumplir los criterios de calidad. En cuanto a los restos que, si se analizaron, no son suficientes para apuntar datos concluyentes sobre la explotación animal en este yacimiento.
Por otra parte, los resultados sobre los restos humanos muestran una dieta predominantemente terrestre, sin diferencias entre género a excepción de un leve incremento en la ingesta de proteínas en los hombres en comparación con la muestra de mujeres. En este caso también destaca la mayor presencia de traumas en los restos de mujeres, que los autores sugieren que podría tratarse de abusos domésticos o de la existencia de esclavos/sirvientes. En cuanto a las comparaciones diacrónicas este estudio muestra una dieta menos homogénea en la fase EBA I en comparación con la fase posterior, lo que concordaría también con la homogeneización de enterramientos en esa segunda fase.

Por último, señalar dos casos reseñables en los que los análisis han identificado los casos de dos mujeres que se habrían desplazado desde otros lugares hasta Bakla Tepe. Ambas mujeres, una de ellas habría cambiado de localización a los 5-7 años (G-106) y otra 10 años antes de su muerte (G-243/1).
Este artículo muestra perfectamente las opciones y los límites que nos presentan los análisis de isótopos estables sobre todo al contar con una muestra tan pequeña y dispar como es el caso de Bakla Tepe. A pesar de ello, este estudio junto al resto de trabajos que están desarrollando los autores promete ofrecer una visión general y enriquecedora de los patrones de subsistencia y movilidad de Anatolia.