¿Quién era “Little Foot”?

24.03.2021

Gracias a los últimos estudios en sincrotrón de rayos X, se han podido desvelar nuevos detalles sobre la vida de "Little Foot", una australopithecus que vivió en Sudáfrica hace 3, 6 millones de años.

Nuestra protagonista seguramente cayó en una sima y murió en lo que hoy conocemos como las cuevas de Sterkfontein, al noroeste de Johannesburgo. Los restos se localizaron en 1997 a más de 20 km de profundidad, sepultados en la roca y fueron hallados por el profesor Ron Clark, de la Wits University. Se trataba de cuatro pequeños huesos del pie, razón por la cual bautizaron a este individuo con el nombre de "Little Foot". La tarea de separar los huesos del mineral fue ardua y se tardaron más de 13 años en subir los restos , aún sepultados en un ataúd de sedimentos, a la superficie. Después, estuvieron tres años limpiando y reconstruyendo los fósiles, dando lugar al esqueleto de australopithecus más completo y antiguo que tenemos hasta la fecha.  

Detalle del esqueleto fosilizado de “Little Foot”. Foto: University of Witwatersrand.
Detalle del esqueleto fosilizado de “Little Foot”. Foto: University of Witwatersrand.

Su nombre científico es Australopithecus prometheus. Su origen es en realidad, erróneo, ya que el paleoantropólogo Raymon Dart, le puso este nombre a un homínido encontrado en Makapansgat (Sudáfrica) al pensar que había huesos quemados en el yacimiento y que, por tanto, controlaba el fuego. Es por ello que le puso el nombre del titán griego que robaba el fuego a los dioses para entregárselos a los humanos. Sin embargo, los huesos no se habían quemado, se habían ennegrecido por el manganeso.

Es inevitable comparar a "Little Foot" con la famosa Lucy. Era más grande y alta, media 130 cm, y aunque caminaba completamente erguida, sus pies estaban diseñados para trepar y colgarse de los árboles (posiblemente para huir de los depredadores).

Ron Clarke junto al cráneo de “Little Foot”. Foto: Paul Myburgh.
Ron Clarke junto al cráneo de “Little Foot”. Foto: Paul Myburgh.
Detalle del esqueleto fosilizado de “Little Foot”. Foto: University of Witwatersrand.
Detalle del esqueleto fosilizado de “Little Foot”. Foto: University of Witwatersrand.

Los escaneos se han realizado en la instalación nacional de radiación de sincrotrón de Reino Unido, la Diamond Light Source. Los científicos han podido estudiar una parte clave del fósil, que además de darnos a conocer más sobre la biología de la especie de "Little Foot", también han revelado las posibles dificultades a las que la hembra se tuvo que enfrentar durante su vida.

El escaneo se realizó en la bóveda craneal, la parte superior del cráneo y la mandíbula inferior, lo que ha permitido observar los canales vasculares que están ubicados en el hueso compacto de la mandíbula. Además, los dientes han desvelado algunos defectos en el esmalte que indican dos episodios de estrés fisiológico en la infancia como enfermedades o desnutrición. Sabemos que pudo haber varios cambios en la dieta y que murió a una avanzada edad.

Los científicos también pudieron observar los pequeños canales situados en la caja del cerebro que podrían ser los responsables de la termorregulación del cerebro. Este dato es importante, ya que el cerebro aumentó de tamaño a lo largo de la evolución humana y es interesante conocer cómo evoluciona la regulación de la temperatura, ya que el cerebro es muy sensible a estos cambios.

Antiguamente, este tipo de estudios, sólo era posible hacerlos cortando el fósil en finas láminas. Sin embargo, la aplicación de esta nueva tecnología nos puede abrir un sinfín de nuevas oportunidades a la hora de estudiar los fósiles de nuestros ancestros.

Referencias bibliográficas:

LA TERCERA (2021) "Escaneos a fósil arrojan nuevas pistas sobre los primeros seres humanos"